Detén tu obsesión con la tristeza

Cuando terminas con una relación, en especial cuando esto es doloroso para ti y quizá hubieras elegido seguir, muchas veces es difícil siquiera imaginar en que un día te sentirás mejor cuando no puedes ni siquiera dejar de pensar en el rompimiento y el dolor.

Los pensamientos sobre lo que pasó, preguntarte cómo hubieras podido evitarlo, y buscar sin descanso formas de recuperar algo que en el fondo ya sabes perdido, pueden convertirse en una obsesión y pueden llegar a dominar todo lo que pasa por tu cabeza. Es obvio que hay que pasar un tiempo de luto, platicarlo con tus amigas, llorar y hasta pasar unos días sin ver a nadie. Pero después seguir dando demasiadas vueltas al asunto puede convertir este dolor en una obsesión y es cuando hay que decir ¡basta!

Científicos que se dedican a estudiar el cerebro han encontrado que distintos pensamientos y sentimientos generan reacciones químicas específicas en el cerebro, y cuanto más suceden estas reacciones éste se va acostumbrando y se le hace más fácil pensar y sentir de esa forma. Esto, en términos prácticos, significa que si nos obsesionamos sobre los sentimientos y pensamientos negativos que nos produce el haber terminado con una relación entonces entre más tiempo pase más difícil será reajustar el cerebro a pensar y sentir de otra forma.

¿Pero cómo sacar esos pensamientos negativos de tu cabeza? Es como pedirte que no pienses en elefantes rosas. Así que la única solución para evitar esta obsesión está en ser proactiva y distraerte de esos pensamientos, hacer cosas que eviten que las mismas conexiones cerebrales que ya han creado estos pensamientos negativos en tu cabeza sigan haciéndote sentir mal y más bien enfocarte en reconectar tu cabeza a crear reacciones sobre pensamientos positivos.

Distraerte es clave, así que en estos momentos es cuando debes reorganizar a tu grupo de amigas y pedirles que ya no te hablen de eso, ya no quieres seguir hablando sobre lo mismo una y otra vez, realmente hay temas que tienen que tener un límite. Más bien pide que te acompañen a hacer cosas nuevas, ver películas que no habías visto, salir a probar un restaurante que no conocías, quizá incluso que te presenten a otros grupos de amigos.

Haz una lista de tus metas a corto, mediano y largo plazo y enfócate en cumplirlas, es mejor comenzar con cosas sencillas que pronto te hagan sentir bien lo que irá generando reacciones positivas en tu mente. Por ejemplo, tomar una clase de yoga o arte o arreglar el closet y redecorar la sala. Quizá una terapia psicológica profesional también pueda ayudarte a sacar esos pensamientos negativos en un ambiente controlado y dirigido otorgándote nuevas perspectivas sobre lo que te obsesiona.

Posteriormente puedes comenzar con metas a más largo plazo que también vayan creando caminos positivos para tus pensamientos, por ejemplo, bajar de peso, cambiarte de casa o volver a salir con alguien más.
 
Lo importante es no permitir que esta obsesión sobre tu tristeza se vuelva una forma de vida. Piensa en tu red de amistades y no tengas miedo a pedir ayuda y distracción.

Y tu ¿has sentido que un rompimiento y el dolor se convierten en obsesión? ¿qué has hecho para olvidar los pensamientos negativos y transformarlos por positivos?

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